“No se puede concebir la
arquitectura actualmente más que como una cosa totalmente diferente a la de la
época anterior; la arquitectura, como la humanidad, está sufriendo un proceso
de profunda renovación.
Estamos viviendo una época
que se orienta hacia una nueva estructura social. Los grandes cambios en la
arquitectura siempre han estado provocados por revoluciones sociales; la
arquitectura es obra de colectividades, el arquitecto tiene que situarse en su
época, para satisfacer las necesidades de la colectividad y del individuo tipo
que la integra; tiene el deber de crear sin preocupaciones ni prejuicios las
formas que más se ajusten a estas exigencias, valiéndose de los
perfeccionamientos de la técnica del día, adoptando todo aquello que facilite
su obra. La arquitectura, como la época que vivimos, sufre una constante
renovación, y no podemos tener la pretensión de realizar cosas definitivamente
modernas; el camino está claramente trazado pero no podemos asegurar si el
material que hoy tenemos por el más perfecto, será sustituido mañana por uno
que reúna mejores condiciones.
Creemos en la evolución de la
arquitectura actual más moderna, pero tenemos la convicción de que estos
cambios que puedan dar nuevas orientaciones, no serán por resucitar los estilos
históricos ni por servirse de los antiguos sistemas constructivos, sino por
adaptar otros que presentan sobre las actuales indudables ventajas. Mientras
estos sistemas estén por descubrir, nuestro deber es servirnos de los más
perfeccionados.
Concebimos como arquitectura
actual
· La que simplifica la vida y satisface nuestro deseo de
aire, luz, sol…
· La que influida por la crisis económica que estamos
atravesando suprime todo lujo.
· La que adaptándose a las nuevas exigencias sociales
sigue su rápida evolución.
· La que valiéndose de los perfeccionamientos técnicos
de la industria, se libera de los prejuicios que nos privan de adoptar
materiales que presentan indudables ventajas.
· La que nos permite la creación de los organismos
netamente de hoy (cines, aeródromos, hoteles…)
· La que a pesar de todo esto conserva las constantes de
las grandes creaciones de otras épocas para satisfacer las necesidades de orden
espiritual.
Barcelona,
como todas las grandes ciudades exige:
· La inmediata organización de su futura organización.
· La confección detallada de planes que ordenen y
clasifiquen las diferentes zonas previniendo su futura extensión.
· Un estudio a fondo que no sea un remedio momentáneo,
teniendo en cuenta el crecimiento de la población, el tráfico, etc.
· La organización de las nuevas barriadas obreras según
los más modernos trazados urbanísticos.
· El saneamiento de la parte antigua, destrucción
parcial del barrio chino, etc.
· No emprender ninguna obra de “mejora artística” en el
casco antiguo.
· Prevenir el emplazamiento de la futura city y el tráfico al que dará lugar.
· La salida al mar, de la que hasta ahora estamos
privados, haciendo que la playa sea de fácil acceso a las clases proletarias y
que tengan la cabida y los servicios necesarios; situando en sus mediaciones
los campos de deporte… en definitiva, creando una auténtica ciudad de reposo.
· Previsión de los estudios de aeropuerto y puerto
franco; creación de autopistas.
· El conjunto de estos estudios tiene que dar como
resultado unas zonas nuevas de edificación en las que domine una perfecta
ordenación.
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