Fernand Léger a los arquitectos del GATEPAC:
Habéis descubierto un nuevo
material arquitectónico: el aire y la luz. Los materiales y los ornamentos que
ahogaban la arquitectura han desaparecido; los pesos, los volúmenes, los espesores,
se han volatilizado. Habéis construido casas para personas dispuestas a asumir
cambios radicales, abandonando a la
minoría elegante y burguesa para servir a las masas que hasta el momento
convivían con muebles y decoraciones que cubrían paredes y tapaban ventanas con
cortinas. Pretendéis desnudar a esta gente sencilla y enfrentarlos a una pared
que sus padres y abuelos intentaron esconder desesperadamente.
De repente las personas se
encuentran rodeadas de luz, ante superficies nuevas y desnudas, donde ni
siquiera la sombra encuentra refugio. El ciudadano medio está invadido por el
vértigo y no están preparados para este acontecimiento.
Señores arquitectos, os
felicito desde un punto de vista artístico pero desde un punto de vista
urbano-social habéis caído en la exageración por ir demasiado rápido. Si
queréis hacer urbanismo debéis olvidaros de que sois artistas. Para esto tenéis
que recorrer las calles, escuchar a la gente y mantener contacto con ellos.
La arquitectura no es un
arte, es una función natural.
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